Es con iniciativas y gestos como el del 29-N como haremos entender poco a poco a todos que, lejos de estar contra el Betis, estamos tan cerca, tan unidos a él, tan preocupados por él, que renunciamos incluso a lo más sagrado: a estar junto a él en el cesped, en la grada, dando el cayo de afición de lujo como siempre, alentando ante la adversidad cuando esta es la normal, es decir cuando nuestro Betis pelea contra los rivales o los árbitros, o contra ambos juntos, que contra todo eso estamos habituados a luchar apiñados como balas de cañón.
Pero esta lucha de ahora es nueva, es inusual y además es enormemente injusta. El egocentrismo, la soberbia, la avaricia, la ignorancia y la prepotencia de un solo individuo nos ha llevado a la situación actual. La gravedad del daño profundo que le está causando este personaje al Real Betis Balompié se refleja en todos y cada uno de los ámbitos del Club, o mejor dicho de la S.A.D.: perjuicios económicos incalculables, daños a la imagen que tardaremos mucho en curar, tremendo menoscabo de la tradicional cohesión social de decenas de miles de béticos y como consecuencia de todo lo anterior, devastadores descalabros en lo deportivo que se veían venir desde hace años y que esta non grata mala pesadilla que es el tal Ruiz de Lopera no sólo no ha hecho nada nunca por evitar sino que los ha favorecido no se sabe con qué oscuros fines.
A principios de los 70 empecé a entrar en el Villamarín con aquellas entradas de niños tan baratitas. Fui socio juvenil y luego abonado por muchísimos años hasta que tuve que irme al extranjero a vivir. He viajado muchas veces a ver al Betis por España y Europa. Habré visto cientos de partidos en mi vida. Jamás dejé a mi Betis hasta que pitó el árbitro .... Pero estuve en Elche hace ocho días .... casi 900 kilómetros en apenas doce horas .... Minuto 25 de la segunda parte. Me levanté y me fui. No pude más. Por primera vez en mi vida me expulsaron de un partido del Betis, de mi Betis, de nuestro Betis. Y fue el ditero del fontanal, el mafioso usurero que se refugia en Jabugo, el perro que ladra su antibeticismo a través de un bufón deforme que a su vez se ampara tras un micrófono. Ese fue el que me expulsó el domingo pasado.
No te lo perdonaré nunca, Lopera, óyeme bien, NUNCA, ni a tí ni a los mamporreros que te adulan a cambio de tu protección y de unas sucias monedas .....
Durante el viaje de vuelta a Madrid me prometí a mi mismo no volver a ir a ver jugar al Real Betis hasta que se vaya ese individuo. No se si podré cumplirlo porque el Betis es mucho Betis, pero lo que si se es que mi nuevo lema es:
LOPERA FUERA DEL BETIS YA, MANQUE GANE ¡¡
Pero esta lucha de ahora es nueva, es inusual y además es enormemente injusta. El egocentrismo, la soberbia, la avaricia, la ignorancia y la prepotencia de un solo individuo nos ha llevado a la situación actual. La gravedad del daño profundo que le está causando este personaje al Real Betis Balompié se refleja en todos y cada uno de los ámbitos del Club, o mejor dicho de la S.A.D.: perjuicios económicos incalculables, daños a la imagen que tardaremos mucho en curar, tremendo menoscabo de la tradicional cohesión social de decenas de miles de béticos y como consecuencia de todo lo anterior, devastadores descalabros en lo deportivo que se veían venir desde hace años y que esta non grata mala pesadilla que es el tal Ruiz de Lopera no sólo no ha hecho nada nunca por evitar sino que los ha favorecido no se sabe con qué oscuros fines.
A principios de los 70 empecé a entrar en el Villamarín con aquellas entradas de niños tan baratitas. Fui socio juvenil y luego abonado por muchísimos años hasta que tuve que irme al extranjero a vivir. He viajado muchas veces a ver al Betis por España y Europa. Habré visto cientos de partidos en mi vida. Jamás dejé a mi Betis hasta que pitó el árbitro .... Pero estuve en Elche hace ocho días .... casi 900 kilómetros en apenas doce horas .... Minuto 25 de la segunda parte. Me levanté y me fui. No pude más. Por primera vez en mi vida me expulsaron de un partido del Betis, de mi Betis, de nuestro Betis. Y fue el ditero del fontanal, el mafioso usurero que se refugia en Jabugo, el perro que ladra su antibeticismo a través de un bufón deforme que a su vez se ampara tras un micrófono. Ese fue el que me expulsó el domingo pasado.
No te lo perdonaré nunca, Lopera, óyeme bien, NUNCA, ni a tí ni a los mamporreros que te adulan a cambio de tu protección y de unas sucias monedas .....
Durante el viaje de vuelta a Madrid me prometí a mi mismo no volver a ir a ver jugar al Real Betis hasta que se vaya ese individuo. No se si podré cumplirlo porque el Betis es mucho Betis, pero lo que si se es que mi nuevo lema es:
LOPERA FUERA DEL BETIS YA, MANQUE GANE ¡¡