Por Nacho González
Otro año más el objetivo se quedará en el limbo. Se pierda o se mantenga la categoría, el Betis sufrirá hasta la última jornada y por tanto ya se puede decir que la temporada es y será peor que la pasada. La reflexión debería ser profunda, o simple, según se mire, pero es evidente que hay cuestiones necesarias de encontrar una explicación y adoptar medidas extremadamente radicales, o este barco se hundirá como el Titanic con el paso de los años. Sea en Primera o en Segunda. ¿Por qué jugadores aparentemente buenos terminan por sucumbir siempre en la mediocridad con el devenir de sus días como verdiblancos? ¿Por qué sólo llegan entrenadores fuera de mercado (Irureta, Luis Fernández, Cúper, Chaparro y Nogués) cuyos fichajes son más producto del aburrimiento que de la convicción? ¿Por qué quien manda se esconde, no da la cara y mantiene la entidad bajo el amparo del desgobierno? ¿Por qué una vez más debe ser la afición, a la única que estas contínuas tragedias le cuesta el dinero, quien deba estar al lado de unos jugadores, dirigentes y técnicos que sólo dan disgustos? ¿Por qué nunca es el momento idóneo de alzar la voz en señal de protesta? ¿Por qué dentro del club nadie da un golpe encima de la mesa y exige a unos jugadores acomodados? ¿Por qué se ha permitido y fomentado ese acomodamiento sin tomar medidas? ¿Por qué se prima por cumplir obligaciones y no por objetivos que realmente merezcan un esfuerza extra del personal? ¿Por qué se intenta engañar con discursos mezquinos empeñados en defender lo indefendible? ¿Por qué se mantiene año tras año hasta el agotamiento a jugadores no aptos para evitar sufrimientos? ¿Por qué no existe en el club el concepto venta salvo amenaza directa del sujeto en cuestión? ¿Dónde está la ambición? ¿Dónde anda el proyecto? ¿Dónde quedó la ilusión? En definitiva, ¿dónde está Lopera?
P. D: Más vale que la prima del domingo se la guarde mejor para terceros o llegarán los cabezazos contra la pared…
eldesmarque.es
Creo que Nacho González lo ha dejado todo muy clarito y bien resumido el decálogo de los males del club. Nada que añadir y ninguna novedad. Espero que esto acabe de la mejor manera posible: el equipo se salve, la afición primero dicte su veredicto y la Justicia después haga el resto y podamos ver un Betis libre de parásitos que están chupándole toda la sangre y encima sean tan cínicos de decir que qué va a ser del Betis sin ellos si son más béticos que nadie y acudan a técnicas disuatorias, manipuladoras y tergiversadoras y de eso son especialistas los Lopera, Castaño, Rufino, Larriba y resto de la mugre.