La responsabilidad de los futbolistas (Gerardo Torres)

Lopera bipolar

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La capacidad de adaptación de Manuel Ruiz de Lopera a todas las circunstancias es tan admirable como vergonzante, según sea el caso. Se arrima a la razón pero se casa con la desvergüenza, saca pecho si puede y amolda su discurso al victimismo si es rentable. Siempre es lobo embutido en piel de cordero y aunque llega a pedir perdón con la boca pequeña, jamás reconoce una culpa. Ninguna responsabilidad le toca en los desastres pero reclama los parabienes por los buenos momentos que al beticismo le ha tocado vivir en los últimos 17 años, de modo que los éxitos de las dos etapas de Lorenzo Serra Ferrer son suyos, porque él contrató al balear, pero los fiascos de tantas y tantas otras temporadas hay que apuntárselos a los que le recomendaron a Griguol, a Irureta y a Hiddink o a quienes se pronunciaron a favor de darle la oportunidad de su vida a Paco Chaparro. Si el viento sopla a favor, él se coloca a proa, como Leonardo di Caprio en el Titanic, y cuando el barco se va a pique él aparece agarrado a un salvavidas en la popa ganando tiempo para salir de nuevo a flote con una habilidad para escapar de la tragedia que ni Harry Houdini. Su fin, que es quedarse siempre a la mitad de las cosas —de los proyectos, del crecimiento deportivo, del estadio...—, justifica la demagogia, el cinismo y su pertinaz interpretación del «o yo o el caos» aunque todo el caos posible se haya desparramado ya sobre el alma bética.
No comprendo al dirigente, al dueño de la sociedad anónima deportiva que no del Betis, y siempre me ha caído bien la persona. Dicotomía pura. No se puede entender al Lopera bipolar de los cinco mil millones de pesetas por Denilson y de los bajantes apestosos de la sala de prensa del estadio; al de las primas mareantes y las moquetas prehistóricas de las oficinas de Heliópolis; al que trae a Alfonso y a José Mari; al que tan pronto se da golpes en el pecho como calla durante meses. Al que está tan cerca pero tan lejos. Al que viajaba con el equipo y hacía chistes y al que vive prisionero de los guardaespaldas. ¿Merece la pena, Manolo?


Gerardo Torres


alfinaldelapalmera.com



Fantástico artículo de Gerardo Torres, haciendo hincapié en un Lopera especialista en atribuirse los éxitos y proyectando los fracasos en otros. Hay que estar para lo bueno y para lo malo, el confundirse también es cualidad humana pero él no la asume intentando desviarla con argumentos pobres, ridículos y manidos hasta la saciedad. Sólo le llevo la contraria al autor del artículo en que Lopera, en cambio, a mí no me convence como persona por todo el daño que ha hecho al Betis y a miles de béticos.

¿Cómo lo viste, Manolo?

por Gerardo Torres
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Eran miles de personas. Eran socios y simpatizantes, y accionistas, y glorias vivas de la historia bética que tienen las rayas verdiblancas grabadas a fuego en el pecho. Eran de Sevilla, de Andalucía, del resto de España y de más allá, como esos dos a los que se encontró Risto Vidakovic y que habían venido desde las tierras alemanas de Nuremberg. Eran mayores, de los que vivieron la travesía del desierto por la Tercera división, y eran jóvenes, los que hace cuatro años también abarrotaron la Plaza Nueva para festejar la Copa del Rey. Eran los mismos que hace dos semanas lloraban a lágrima viva, sin importarles el ojo de la televisión, cuando el equipo besaba la lona y se iba a la Segunda división. Eran béticos. Todos ellos. Capitaneados por Rafa Gordillo, con un tres así de grande cubriéndole como siempre la espalda. ¿Quién puede decirse bético y enfrentarse al Vendaval?

Y fue un acto enorme y hermoso que, seguro, te encogió el alma allá donde estés. Tú que te pasaste la vida contándole Sevilla a Sevilla harías de nuevo poesía del Periodismo desde este rincón para explicar que algo se movió desde las entrañas de Heliópolis. Ay cómo me gustaría que fuera tu pluma la que cantara las verdades del barquero hoy, Manolo Ramírez Fernández de Córdoba. Las verdades dolorosas de tu Betis, que ayer, por fin, ya dijo basta. Muy grande, ¿verdad, Manolo?

ABC/Alfinaldelapalmera


Seguro que los béticos del cuarto anillo vieron el 15-J y se sintieron orgullosos de los béticos mortales, entre ellos el que menciona Gerardo Torres: Manuel Ramírez Fernández de Córdoba (cómo se le echa de menos...).

Esperando a los escuderos por Gerardo Torres

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TODO pasa por Manuel Ruiz de Lopera. Por su decisión, por su reflexión, por su sensibilidad hacia el pronunciamiento inequívoco y hermoso de la afición por la que dice morir y, en consecuencia, por su propio beticismo. Su actitud es la piedra angular de cualquier movimiento de cambio y transformación del Real Betis, que tiene que virar urgentemente hacia los modos y maneras del siglo XXI. Pero, ¿y los que aún le acompañan?
Los colaboradores de Lopera se han defendido siempre con el argumento de que su único afán es servir al Betis y a su afición. Sin embargo, después de la expresión inopinable de la fiel infantería bética, que tomó las calles de Sevilla voz en grito para exigir la catarsis del club, la dignidad y el sentido común dictan un repliegue perentorio de estos escuderos, como ya ha hecho Diego García León, que si se mantienen en sus posiciones lo harán, sin posible discusión, para servir a Lopera y no al Betis.
Todos deberían abandonar por vergüenza torera, pero singulares son los casos de quienes tienen un capital invertido en acciones, como Rufino González, quien ya desveló sin rubor haber pactado con Lopera que sus acciones se venderán con las del jefe (y al mismo precio) el día que éste decida desprenderse de su paquete. Y esto, en román paladino, se llama especular. A ver qué hace cada cual.

ABC


Está visto y comprobado que esta gente además de no tener verguenza y escrúpulos alguno, están maniatados por Lopera y, como muy bien afirma Gerardo Torres, mientras esté su loperita del alma, todos a chupar del bote bético. Espero y deseo que rindan cuentas algún día.

CONSEJEROS CÓMPLICES Y EMBUSTEROS. NI OLVIDO NI PERDÓN.

Vaya con la prensa...van todos cayendo del lado de la "opisición"...¿qué habrá sido de Cariño?

Goles hasta el verano, Mariano

GERARDO TORRES Actualizado Lunes, 21-09-09 a las 07:07


Determinante como ayer ha de ser la aportación para el ascenso de Mariano Pavone, al principio artista invitado en una peli cuyo «starring» iba a ser Ricardo Oliveira y hoy principal estrella del rodaje que tras la baja del brasileño sigue el guión deseado bajo el patrocinio del argentino, convertido en generoso mecenas de sus compañeros por sus pases de gol desde el primer encuentro y que ayer se destapó en el Carlos Belmonte como el «9» que necesita el Betis para salir del pozo de la miseria argenta.

Es el heredero del «Toro» Aquino, del «Facha» Casas y del «Gabi» Amato. Acento porteño para el gol de este «Real Madrid de la Segunda división» que tiene que recorrer un camino larguísimo y ha de sumar lo máximo y cuanto antes para tener rentas que quemar cuando llegue el inflexible general invierno y el bache ineludible de cada campaña exija todo el temple del muy templado Antonio Tapia. El cañón del «Tanque» parece ser arma de destrucción masiva en esta categoría y si es así hasta el próximo verano el beticismo celebrará que su fichaje encuentre su sentido aunque sea con dos años de retraso.


http://www.abcdesevilla.es/20090921/opinion-firmas/goles-hasta-verano-mariano-200909210120.html


Espero que sea igual de decisivo que sus paisanos lo fueron en su momento.

Camerún le pasa otra ronda al Betis





GERARDO TORRES



Actualizado Viernes, 02-10-09 a las 07:10




Emana no jugará el próximo fin de semana. Es decir, tampoco jugará este fin de semana. Su cabeza está puesta en el Mundial de Suráfrica y para estar en él, y seguir perdiéndose partidos del Betis, el coleccionista de gorras con lentejuelas tiene que ayudar a su selección de Camerún a vencer en el próximo compromiso al equipo de Togo, motivo suficiente para no defender el domingo en Vallecas los intereses de la empresa que le paga tan generosamente como para que él, con la que está cayendo sobre el río Kwai, pueda proclamarse coleccionista de casas. Y toma Jeroma pastillas de goma, que son para la tos.

Seis jornadas son la séptima parte del Campeonato de la Segunda división, llamada irónicamente Liga Adelante, que es donde quieren ir todos, lógicamente. Bueno, pues el primer séptimo de la Liga se le ha ido a Achille como se le fue la cubierta de la final de la Davis de Sevilla 04 a los ¿responsables? municipales de la cosa: sin que nadie se entere y con el jefe en Babia preguntando eso de «¿qué sería de nosotros los astronautas?». Lo peor, no obstante, es que el talentoso mediapunta y coleccionista de coches aún tiene tachado en rojo sobre su calendario particular un partido del Betis del mes que viene, varios del comienzo de 2010 por la Copa de África y si como parece su selección canta bingo, porque tiene el cartón casi cubierto, el final de la Liga por la susodicha participación en el Mundial. A esto se refería Emana cuando tras entrevistarse con Lopera declaró que el club había asumido «unos compromisos» para la temporada, que con eso su problema estaba arreglado y que, por consiguiente, donde había dicho Kunta había querido decir Kinte.

Y la pregunta es si no habría sido mejor para el Betis traspasar al policoleccionista Emana. Aunque siempre le quedará a Lopera el mercado de invierno, claro.



http://www.abcdesevilla.es/20091002/opinion-firmas/torres-emana-200910020025.html

Momparlet, palitos en candela



GERARDO TORRES




Las palabras de Manolo Momparlet se clavaron como astillas en las heridas abiertas del beticismo hace un par de días. Cada cual es libre de sospechar sobre la influencia de su trabajo en la conformación anual de la plantilla bética, pero lo cierto es que ocupa un cargo determinado y aunque bien puede considerarse aquel pobre soldado explorador del Estratego al que todos mandábamos a la chatarrería pasando por las filas del enemigo para luego enviar al minador a eliminar las bombas, él es el director deportivo del Real Betis, o el secretario técnico, según guste denominar. Y el cargo obliga.

Obliga en primer lugar al silencio en determinadas circunstancias, cuales son precisamente las que ahogan su credibilidad. Puede entenderse que Momparlet apueste 100 a 1 por el ascenso y que pida un margen de confianza para Antonio Tapia y sus hombres. Y está bien que explique las que según su razón son las causas de la marejada que tiene al equipo en la zozobra. Pero chirría que arremeta en estos momentos contra el sentido común y una realidad objetiva que le deja profesionalmente a los pies de los caballos.

En cualquier club de España con un organigrama real de funciones delegadas y ejecutivas, que como es sabido no es el caso del Betis, Manuel Momparlet ya habría sido despedido hace mucho tiempo porque eso es lo que le sucede normalmente a un director deportivo cuando su plantilla no cumple con los objetivos marcados una temporada tras otra e inevitablemente cuando el equipo se le va a Segunda división. Otra cosa es que quien mande en la entidad le excuse de la responsabilidad. Por ejemplo. Pero en ningún caso puede ser estimable la buena intención, como él esgrime, para otorgarle carta blanca para seguir haciendo y deshaciendo a pesar de los pesares.

Que el Betis puede dar más de sí es casi seguro. Que puede lograr el ascenso es hasta probable. Y que la trayectoria del conjunto verdiblanco es hasta la fecha de hoy decepcionante en este ejercicio 2009-2010 es indiscutible. Por eso la huida hacia delante de Momparlet, completamente insensible a la frustración que ahora afecta a los béticos, es un ejercicio de soberbia inaceptable, y puestos a sacar pecho los resultados lo tienen más fuerte que nadie. Y a buen entendedor, menos alucine.



http://www.abcdesevilla.es/20091023/opinion-firmas/momparlet-palitos-candela-200910222208.html

De undécimo a cuarto


GERARDO TORRES

En un abrir y cerrar de ojos el Betis ha pasado de ser el undécimo nombre de la clasificación de la Liga Adelante al primer perseguidor de los tres que ocupan las plazas de ascenso. Cuarto. Así es el fútbol. ¿Qué pasa ahora? ¿No era tan malo el Betis?

Su verdadera medida tendrá que darla a partir de ahora. Los profesionales suelen decir cuando vienen mal dadas que «en cuanto se consigan dos victorias consecutivas cambiará todo», por aquello de la estima y la confianza. En la casa bética han sonado estas palabras en los últimos días y ahora que se ha sumado el seis de seis a favor de querencia, como se dice ahora, habrá que soñar con el despegue del equipo, que necesariamente ha de parecerse en adelante al que mantuvo el estilo y la paciencia ante el Las Palmas y al que le pintó la cara el miércoles al filial del Villarreal. El entrenador sigue siendo el mismo pero sí han cambiado algunos nombres en el once y sobre todo el comportamiento y la aportación de Emana. Que cada cual haga su lectura del hecho objetivo. El caso es que de una clasificación mediocre el conjunto albiverde ha pasado a seguir de cerca a los que usurpan su espacio, que ha de ser el que marca las tres primeras plazas de la tabla, por lo que mucho se ha ganado en muy poco tiempo. En fútbol esto es importante. Trascendental. Y la situación del cuadro verdiblanco demandaba aún más esta reacción, pero lo más difícil aún hay que hacerlo y la relajación no cabe en un vestuario que debe mantener la tensión que se ha reflejado en estos dos últimos partidos.

Destacables son dos datos: uno, que el Betis es el equipo que más dianas ha hecho en las primeras catorce jornadas de la Liga (24); dos, que la diferencia entre goles a favor y en contra del cuadro de Antonio Tapia es de +10 (24-14), y no hay en la categoría quien supere esta cifra, aunque el Hércules (18-8) y el Cartagena (20-10) andan en esta misma onda pero con menos goles encajados. Queda claro que el Betis es de los conjuntos más potentes en ataque (sobre todo con el parlanchín Emana en plan colaborador) y que si mejora un poco el balance defensivo hará que su candidatura al ascenso gane enteros. He aquí una de las tareas que tienen pendientes los verdiblancos, a los que incluso sin haber encajado tanto alguno en estas dos últimas jornadas todavía se les ha visto faltos de la solidez que hace fiable a un equipo en la Segunda división. Por contra, la escalada y haber firmado una goleada les va a poner las orejas tiesas a los rivales que le estaban perdiendo el respeto al Betis y que ahora se preguntan con horror «¿pero no era tan malo?».


http://www.abcdesevilla.es/20091204/sevilla-opinion-firmas/undecimo-cuarto-200912040040.html

La responsabilidad de los futbolistas


GERARDO TORRES


Cuando el Betis recuperó el terreno perdido en el calendario goleando al filial del Villarreal (4-0), pocos días después de haber vencido también al Las Palmas (1-0), el horizonte pareció despejarse porque del décimo puesto en la tabla clasificatoria había pasado el equipo a ocupar la cuarta, el ascenso se divisaba en lontananza y el hecho de haber ganado dos partidos consecutivos presumía un subidón de moral definitivo para un grupo que constantemente repetía que así tendrían que suceder las cosas. La Liga había consumido sus catorce primeras jornadas, el Betis era el equipo que más goles había hecho hasta la fecha (24) y podía presumir de una diferencia de diez con los tantos en contra que nadie superaba. La tranquilidad se había instalado donde antes mandaba el nerviosismo y la temporada, en fin, comenzaba a intuirse encarrilada. Ya era hora.

En aquel momento subrayé en otro golpe franco que la situación ya era propicia para que el conjunto bético ofreciera su verdadera medida en el Campeonato después de una irregularidad inicial que hasta cierto punto podía entenderse por aquello de la adaptación a la categoría y el debido rodaje de un proyecto «nuevo». Asimismo destaqué que el entrenador del Betis como cuarto clasificado era el mismo que el que estuvo décimo. Es decir, Antonio Tapia.

Han pasado sólo cinco jornadas más y el cuadro verdiblanco ha vuelto a caer en la tabla, esta vez hasta el séptimo puesto —a igualdad de puntos con un Salamanca que no ha podido jugar este fin de semana—, y aquel balance de diez goles en positivo al restar los encajados a los marcados se ha reducido a seis y es superado por Hércules (17), Real Sociedad (14), Rayo Vallecano (10) y Cartagena (7). Además, ha dejado de ser el máximo realizador de la categoría (28 tantos), pues el Elche y la Real Sociedad le superan (31). Numancia y Rayo le igualan. En estas cinco jornadas, evidentemente, no ha confirmado la escuadra verdiblanca aquella trayectoria alcista que apuntó al ganar sólo un partido, con un empate y tres derrotas completando el balance. Cuatro tristes puntos de quince que han marcado un alejamiento drástico de los dos primeros clasificados, que estaban a tres puntos hace cinco jornadas y hoy están a doce, y un distanciamiento del tercero, de tres a cinco, que no es determinante cuantitativamente pero sí asquerosamente pernicioso por la suma de adversarios para la pelea por el mismo objetivo.

El retrato de esta decepcionante evolución demuestra que eso de que «cuando ganemos dos partidos consecutivos cambiará todo» no es más que una pamplina, una recurrente cortina de humo que extienden los peloteros para ganar tiempo cuando las cosas van mal mientras decretan el secreto de entrenamiento para evitar el desagradable trance de escuchar de cerca la desaprobación de los aficionados. Por otro lado, el repaso de todos esos números expuestos justifica totalmente la preocupación de la hinchada y diagnostica sin margen de error un mal que hay que atajar por la vía de urgencia. O sea, ya.

A la vista de todo lo anterior, en el club (vaya eufemismo) se ha llegado a la conclusión de que el proyecto falla por el entrenador. ¿La culpa es de Tapia? Resulta difícil asegurarlo por la escasa transmisión de su discurso monocorde y normalmente vacuo, precisamente por lo mismo que parece haber perdido el respaldo en la entidad y la confianza de los jugadores. Pero, ¿y los jugadores?

No estuvieron con Víctor Fernández, y desde ahí ni con el otro ni con el de la moto. Y su opinión, sorprendentemente, cuenta. Es un problema tremendo cuando se percibe que muchos no son capaces de conceptualizar su rol social ni su responsabilidad profesional, de tal modo que parecen desconectados cuando no listos para la jubilación. ¿No es así? Pues que lo demuestren sobre el terreno de juego. ¿Cuánta responsabilidad es sólo suya?


http://www.abcdesevilla.es/20100111/sevilla-opinion-firmas/responsabilidad-futbolistas-201001110119.html

Los entrenadores pagan siempre; los jugadores, en cambio, nunca y más en este club donde se premian la indolencia y la mediocridad, véase caso Arzu.