Asi los ha llamado hoy Rafael Gordillo Vazquez, historia viva del beticismo, betico con mayusculas y un hombre que se viste por los pies.
El vendaval del poligono cometió el pecado de criticar la forma de llevar al Betis del jefe del muchachito, y parece que eso no le gustó mucho, por lo que envió al muchachito a insultar y amenazar a otro betico mas, solo que este no era "un betico cualquiera", sino un mito del beticismo.
Las respuestas de la afición no se hicieron esperar. Esta vez el jefe y el muchachito se habían metido en un fangal y se habían llenado hasta las cejas. Ningun betico que se precie permite que nadie se meta con sus mitos, y el muchachito, mandado por su jefe, habia cruzado la linea.
Pero con lo que no contaban ni el muchachito ni su jefe, es que Gordillo ni tiene nada que esconder ni le tiene miedo a nadie, por lo que hoy se ha despachado a gusto poniendole los puntos sobre las ies tanto al jefe como al muchachito.
A estas horas de la noche ni el jefe ni el muchachito se han atrevido a responder nada. El muchachito esta a la espera de la orden de su jefe, pues ya sabemos que a un chasquido de sus dedos acude ipso facto a hacer lo que le pida. El jefe estará reconcomiendose en su bunker, pues nunca se ha caracterizado por ser muy valiente, y sabe que esta guerra la ha perdido de antemano.
Mañana harán como que no se han enterado de nada e intentarán desviar la atención con el cambio de entrenador. Lo que no saben ni el muchachito ni su jefe es que los beticos no vamos a olvidar esta afrenta, como tampoco olvidamos hechos tan lamentables como el busto del jefe presidiendo un partido.
El vendaval del poligono cometió el pecado de criticar la forma de llevar al Betis del jefe del muchachito, y parece que eso no le gustó mucho, por lo que envió al muchachito a insultar y amenazar a otro betico mas, solo que este no era "un betico cualquiera", sino un mito del beticismo.
Las respuestas de la afición no se hicieron esperar. Esta vez el jefe y el muchachito se habían metido en un fangal y se habían llenado hasta las cejas. Ningun betico que se precie permite que nadie se meta con sus mitos, y el muchachito, mandado por su jefe, habia cruzado la linea.
Pero con lo que no contaban ni el muchachito ni su jefe, es que Gordillo ni tiene nada que esconder ni le tiene miedo a nadie, por lo que hoy se ha despachado a gusto poniendole los puntos sobre las ies tanto al jefe como al muchachito.
A estas horas de la noche ni el jefe ni el muchachito se han atrevido a responder nada. El muchachito esta a la espera de la orden de su jefe, pues ya sabemos que a un chasquido de sus dedos acude ipso facto a hacer lo que le pida. El jefe estará reconcomiendose en su bunker, pues nunca se ha caracterizado por ser muy valiente, y sabe que esta guerra la ha perdido de antemano.
Mañana harán como que no se han enterado de nada e intentarán desviar la atención con el cambio de entrenador. Lo que no saben ni el muchachito ni su jefe es que los beticos no vamos a olvidar esta afrenta, como tampoco olvidamos hechos tan lamentables como el busto del jefe presidiendo un partido.