¿Es que los sevillistas son de otra pasta?
Hace mucho tiempo que tengo ganas de escribir un, llamémosle ensayo, sobre la afición del Betis y tratar de encontrar algunos porqués que necesitamos conocer para poder responder a un interrogante que, al menos a mí, me persigue desde hace tiempo. En esta ciudad, primero un presidente y luego un accionista mayoritario, ambos responsables de una gestión personalista, caprichosa, desastrosa en lo deportiva e infame en lo económico, tuvieron que dimitir uno y deshacerse de su paquete accionarial otro. Y ambos eran del mismo club, ninguno de ellos del Betis, claro. ¿Por qué en el Betis no ha sido posible?
El último de ellos, el señor De Caldas, regaló a su entonces novia, un Mercedes con el dinero del club y todo el sevillismo se le echó encima. Y los medios, todo hay que decirlo. Sólo con la autoindemnización de millones de euros que cobrará el señor Lopera debido a que el señor Lopera no ha terminado el campo, se podrían comprar un mínimo de 150 Mercedes de la clase más lujosa. Y esto es sólo un ejemplo de cientos de ellos que, casi a diario, unos cuantos periodistas valientes y unas pocas personas con ganas de destapar la verdad, ha ido destapando y contando al beticismo, sin que haya habido reacción más que por parte de un puñado de
valientes. Ni apoyo en los medios.
1. Los medios
Guste o no, no tenemos el mismo peso que el Sevilla entre los medios de comunicación. Antes de ponerme a escribir esto, he repasado mentalmente los nombres de los periodistas deportivos sevillanos y la línea de
sus medios, y me sale un porcentaje muy similar de béticos confesos que de sevillistas declarados; en cuanto a la línea de los medios, salvo los del grupo PRISA, que esos comen aparte, tampoco se significan por un gran apoyo al poder loperiano.
Desconozco si en otros clubes se veta a medios de comunicación. Desconozco si otros clubes tienen órganos de comunicación dedicados a insultar a quienes les pagan (los aficionados) y a abrir en canal a cuanto periodista se atreva a llevar la contraria al poder, pero no me suena. Esto que sucede aquí es más bien propio de las dictaduras bananeras, de tiranías caníbales y de regímenes sin democracia y sin contestación. Los medios, muchas veces, tienen precaución a posicionarse de forma concreta contra el loperato, pues hay miedo. Miedo al veto, miedo a ser vilipendiado en Radio Kabul, miedo a que se les tiren encima la parte de la afición que apoya al régimen. Por estos factores, no se podrá contar con ellos hasta que la situación sea absoluta y radicalmente irreversible.
2. Nuestros signos de identidad.
El manquepierda, grito de esperanza, de superación, de garra, de resurgimiento, llanto desgarrado de béticos desheredados, es en nuestros días una pesada rémora que hemos de soportar aquellos que nos situamos
más cerca del “musho beti”. El bético de hoy se aferra a ese grito para justificar cuanta tropelía se comete contra nuestro club, cuanto robo y cuanto escarnio se perpetra contra nuestro sentimiento y cuanto asalto se produce contra nuestro patrimonio. Y se aferra a ese grito por comodidad y por desconocimiento. Cómodos como somos por naturaleza, pensamos que nosotros hemos sido tocados por el dedo divino, somos béticos por la gracia de Dios, nos vamos a reponer de todo gracias a nuestra filosofía manquepierdista…no pasa nada…hasta que pasa.
La situación actual invita a pensar de forma muy pesimista. Cuando esta juez (o quien haya de llegar) levante la alfombra, veremos la dimensión real de la tragedia, la deuda real que tiene el Real Betis, la dificultad para deshacer el entramado de empresas y de intereses que nos han dejado los 17 años triunfales de este déspota, sabremos si los futbolistas pertenecen al club o, por el contrario, son de Encadesa, de Tegasa o de cualquier otra parasitaria del régimen y entonces, no habrá manquepierda que valga al que aferrarse. Nos enfrentamos a una posibilidad tan real como probable de catarsis y este descenso sólo contribuye a agravar aún más la situación.
3. El proceso de conversión en SAD y la imagen de faraón
También tiene su porcentaje de culpa aquellos dirigentes anteriores que nos dejaron una deuda de tal calibre que hicieron que fuéramos en el infausto 92, el club que más capital social debía aportar y, pese a que
los béticos fuimos quienes más acciones compramos, no resultara suficiente.
Cuando Lopera rompió el acuerdo con las cajas y “puso” el dinero que faltaba, cosa que años después se ha demostrado falsa, fue presentado como un autentico mesías, orgullo y prez del beticismo, el faraón, el que todo lo puede, el poderoso, ÉL.
Esta imagen, grotesca y zafia para aquellos que han desarrollado un mínimo sentido del ridículo, es muy complicada de extirpar de la mente de los béticos con menos capacidad analítica, víctimas de la burda
manipulación del régimen, de aquellos que siempre responden con la misma pregunta:
- ¿Y quién va a poner el dinero
- Tú y el resto de béticos, como hasta ahora y como siempre ha sido, ya que Lopera, como se va a demostrar judicialmente, jamás ha puesto un duro en el club, sino que se lo ha llevado con total impunidad y con tu complicidad.
Normalmente en este punto suelen acabar estas discusiones; todos sabemos por qué.
4. Las generaciones perdidas
Me niego a pensar que haya más imbéciles en nuestra afición que en otras, pese a que su comportamiento como masa se empeñe en querer llevarme la contraria. En términos absolutos seguro, ya que somos más que
ellos, pero en términos relativos, porcentuales, no creo que haya un porcentaje superior de idiotas en nuestro club, aunque sí hay muchos más encumbrados en puestos importantes que en otras partes.
Como casi cualquier cuestión, el Betis también es un reflejo de la sociedad, de una sociedad víctima de unas políticas educativas erráticas, de una ausencia absoluta de valores y de formación ética y moral. A varias
generaciones de muchachos educados en libertad y democracia, se les ha privado de valores tan importantes como la decencia, la dignidad, el discernimiento del bien y el mal, el premio al esfuerzo, el castigo por la falta de compromiso.
Soy padre de 3 hijos en edad escolar y me horrorizo al ver cómo pueden pasar de curso sin estudiar, cómo los temarios morales no existen o, en caso de haberlos, sólo sirven para adoctrinar políticamente en una
dirección muy concreta, habiendo pasado del castigo físico y férrea disciplina a una completa relajación del sistema. Estos chicos no están, en su mayoría, cualificados para ejercer una crítica constructiva y el derecho de repudiar a quienes nos malgobiernan. La desgana, la desidia, el desinterés y el desconocimiento de cualquier aspecto más allá del ocioso y del deportivo, el no haber inoculado en ellos la pasión por el debate y la sana discrepancia y haberles enseñado que es “guay” pasar de política, tienen como consecuencia
directa a varios miles de aficionados pendientes de lo puramente deportivo, del bocata de tortilla y de no comprometerse a nada más allá de sacarse un carné cada año que sólo da derecho a ver a tu equipo arrastrarse sobre el campo.
Esto es común a todos los equipos en la misma proporción, pero en Andalucía, por su particularidad, está más marcadamente presente que en otras partes de España.
5. Los cómplices
En nuestro club no se premia la formación, ni la integridad, ni los conocimientos ni la experiencia a la hora de otorgar un puesto de responsabilidad, sino que al contrario, se exige un alto nivel de sumisión, unas tragaderas del tamaño de un portaaviones, una ausencia total de escrúpulos, una moral laxa hasta el hastío para repetir una y otra vez las mismas mentiras y, finalmente, indignidad; mucha indignidad. Nuestro club estádirigido por una sola persona que toma absolutamente todas las decisiones, por nimias que sean y que basa las mismas en unos parámetros absolutamente surrealistas, objeto de burla entre el resto de dirigentes del fútbol español, y mediante unos métodos que imposibilitan negociar con otros clubes de tú a tú,
buscando siempre la inclusión de la cláusula de última hora, mojando cualquier papel firmado, incumpliendo palabras dadas, tratando de obtener un céntimo más de lo pactado. Así es imposible, ni nos toman en serio ni quieren negociar con el Betis.
El cortijo de Don manué, está pues abocada a la tragedia, de cuyo inminente advenimiento es un gran profeta este descenso. Los sevillistas, en conclusión, no están hechos de otra pasta, sino de la misma que nosotros, pero las circunstancias de unos y otros, cada una de ellas en su justa medida, hacen que la realidad y el comportamiento de cada uno hayan sido tan diferentes.
Sólo me queda hacer un llamamiento a la afición y el ánimo a que entre todos, por los medios legales y de presión social a nuestro alcance, somos capaces de derribar el régimen. Dictaduras más poderosas han caído.
Hace mucho tiempo que tengo ganas de escribir un, llamémosle ensayo, sobre la afición del Betis y tratar de encontrar algunos porqués que necesitamos conocer para poder responder a un interrogante que, al menos a mí, me persigue desde hace tiempo. En esta ciudad, primero un presidente y luego un accionista mayoritario, ambos responsables de una gestión personalista, caprichosa, desastrosa en lo deportiva e infame en lo económico, tuvieron que dimitir uno y deshacerse de su paquete accionarial otro. Y ambos eran del mismo club, ninguno de ellos del Betis, claro. ¿Por qué en el Betis no ha sido posible?
El último de ellos, el señor De Caldas, regaló a su entonces novia, un Mercedes con el dinero del club y todo el sevillismo se le echó encima. Y los medios, todo hay que decirlo. Sólo con la autoindemnización de millones de euros que cobrará el señor Lopera debido a que el señor Lopera no ha terminado el campo, se podrían comprar un mínimo de 150 Mercedes de la clase más lujosa. Y esto es sólo un ejemplo de cientos de ellos que, casi a diario, unos cuantos periodistas valientes y unas pocas personas con ganas de destapar la verdad, ha ido destapando y contando al beticismo, sin que haya habido reacción más que por parte de un puñado de
valientes. Ni apoyo en los medios.
1. Los medios
Guste o no, no tenemos el mismo peso que el Sevilla entre los medios de comunicación. Antes de ponerme a escribir esto, he repasado mentalmente los nombres de los periodistas deportivos sevillanos y la línea de
sus medios, y me sale un porcentaje muy similar de béticos confesos que de sevillistas declarados; en cuanto a la línea de los medios, salvo los del grupo PRISA, que esos comen aparte, tampoco se significan por un gran apoyo al poder loperiano.
Desconozco si en otros clubes se veta a medios de comunicación. Desconozco si otros clubes tienen órganos de comunicación dedicados a insultar a quienes les pagan (los aficionados) y a abrir en canal a cuanto periodista se atreva a llevar la contraria al poder, pero no me suena. Esto que sucede aquí es más bien propio de las dictaduras bananeras, de tiranías caníbales y de regímenes sin democracia y sin contestación. Los medios, muchas veces, tienen precaución a posicionarse de forma concreta contra el loperato, pues hay miedo. Miedo al veto, miedo a ser vilipendiado en Radio Kabul, miedo a que se les tiren encima la parte de la afición que apoya al régimen. Por estos factores, no se podrá contar con ellos hasta que la situación sea absoluta y radicalmente irreversible.
2. Nuestros signos de identidad.
El manquepierda, grito de esperanza, de superación, de garra, de resurgimiento, llanto desgarrado de béticos desheredados, es en nuestros días una pesada rémora que hemos de soportar aquellos que nos situamos
más cerca del “musho beti”. El bético de hoy se aferra a ese grito para justificar cuanta tropelía se comete contra nuestro club, cuanto robo y cuanto escarnio se perpetra contra nuestro sentimiento y cuanto asalto se produce contra nuestro patrimonio. Y se aferra a ese grito por comodidad y por desconocimiento. Cómodos como somos por naturaleza, pensamos que nosotros hemos sido tocados por el dedo divino, somos béticos por la gracia de Dios, nos vamos a reponer de todo gracias a nuestra filosofía manquepierdista…no pasa nada…hasta que pasa.
La situación actual invita a pensar de forma muy pesimista. Cuando esta juez (o quien haya de llegar) levante la alfombra, veremos la dimensión real de la tragedia, la deuda real que tiene el Real Betis, la dificultad para deshacer el entramado de empresas y de intereses que nos han dejado los 17 años triunfales de este déspota, sabremos si los futbolistas pertenecen al club o, por el contrario, son de Encadesa, de Tegasa o de cualquier otra parasitaria del régimen y entonces, no habrá manquepierda que valga al que aferrarse. Nos enfrentamos a una posibilidad tan real como probable de catarsis y este descenso sólo contribuye a agravar aún más la situación.
3. El proceso de conversión en SAD y la imagen de faraón
También tiene su porcentaje de culpa aquellos dirigentes anteriores que nos dejaron una deuda de tal calibre que hicieron que fuéramos en el infausto 92, el club que más capital social debía aportar y, pese a que
los béticos fuimos quienes más acciones compramos, no resultara suficiente.
Cuando Lopera rompió el acuerdo con las cajas y “puso” el dinero que faltaba, cosa que años después se ha demostrado falsa, fue presentado como un autentico mesías, orgullo y prez del beticismo, el faraón, el que todo lo puede, el poderoso, ÉL.
Esta imagen, grotesca y zafia para aquellos que han desarrollado un mínimo sentido del ridículo, es muy complicada de extirpar de la mente de los béticos con menos capacidad analítica, víctimas de la burda
manipulación del régimen, de aquellos que siempre responden con la misma pregunta:
- ¿Y quién va a poner el dinero
- Tú y el resto de béticos, como hasta ahora y como siempre ha sido, ya que Lopera, como se va a demostrar judicialmente, jamás ha puesto un duro en el club, sino que se lo ha llevado con total impunidad y con tu complicidad.
Normalmente en este punto suelen acabar estas discusiones; todos sabemos por qué.
4. Las generaciones perdidas
Me niego a pensar que haya más imbéciles en nuestra afición que en otras, pese a que su comportamiento como masa se empeñe en querer llevarme la contraria. En términos absolutos seguro, ya que somos más que
ellos, pero en términos relativos, porcentuales, no creo que haya un porcentaje superior de idiotas en nuestro club, aunque sí hay muchos más encumbrados en puestos importantes que en otras partes.
Como casi cualquier cuestión, el Betis también es un reflejo de la sociedad, de una sociedad víctima de unas políticas educativas erráticas, de una ausencia absoluta de valores y de formación ética y moral. A varias
generaciones de muchachos educados en libertad y democracia, se les ha privado de valores tan importantes como la decencia, la dignidad, el discernimiento del bien y el mal, el premio al esfuerzo, el castigo por la falta de compromiso.
Soy padre de 3 hijos en edad escolar y me horrorizo al ver cómo pueden pasar de curso sin estudiar, cómo los temarios morales no existen o, en caso de haberlos, sólo sirven para adoctrinar políticamente en una
dirección muy concreta, habiendo pasado del castigo físico y férrea disciplina a una completa relajación del sistema. Estos chicos no están, en su mayoría, cualificados para ejercer una crítica constructiva y el derecho de repudiar a quienes nos malgobiernan. La desgana, la desidia, el desinterés y el desconocimiento de cualquier aspecto más allá del ocioso y del deportivo, el no haber inoculado en ellos la pasión por el debate y la sana discrepancia y haberles enseñado que es “guay” pasar de política, tienen como consecuencia
directa a varios miles de aficionados pendientes de lo puramente deportivo, del bocata de tortilla y de no comprometerse a nada más allá de sacarse un carné cada año que sólo da derecho a ver a tu equipo arrastrarse sobre el campo.
Esto es común a todos los equipos en la misma proporción, pero en Andalucía, por su particularidad, está más marcadamente presente que en otras partes de España.
5. Los cómplices
En nuestro club no se premia la formación, ni la integridad, ni los conocimientos ni la experiencia a la hora de otorgar un puesto de responsabilidad, sino que al contrario, se exige un alto nivel de sumisión, unas tragaderas del tamaño de un portaaviones, una ausencia total de escrúpulos, una moral laxa hasta el hastío para repetir una y otra vez las mismas mentiras y, finalmente, indignidad; mucha indignidad. Nuestro club estádirigido por una sola persona que toma absolutamente todas las decisiones, por nimias que sean y que basa las mismas en unos parámetros absolutamente surrealistas, objeto de burla entre el resto de dirigentes del fútbol español, y mediante unos métodos que imposibilitan negociar con otros clubes de tú a tú,
buscando siempre la inclusión de la cláusula de última hora, mojando cualquier papel firmado, incumpliendo palabras dadas, tratando de obtener un céntimo más de lo pactado. Así es imposible, ni nos toman en serio ni quieren negociar con el Betis.
El cortijo de Don manué, está pues abocada a la tragedia, de cuyo inminente advenimiento es un gran profeta este descenso. Los sevillistas, en conclusión, no están hechos de otra pasta, sino de la misma que nosotros, pero las circunstancias de unos y otros, cada una de ellas en su justa medida, hacen que la realidad y el comportamiento de cada uno hayan sido tan diferentes.
Sólo me queda hacer un llamamiento a la afición y el ánimo a que entre todos, por los medios legales y de presión social a nuestro alcance, somos capaces de derribar el régimen. Dictaduras más poderosas han caído.
Última edición por Penibético el Miér 03 Jun 2009, 20:35, editado 1 vez