¡Que viva el señorío! Por Álvaro Ramírez
La afición de Costa de Marfil tiene un señorío tremendo. Sí, se les ha ido la mano en el entusiasmo en algún partido que otro, han querido entrar en algún estadio repleto, sin espacio material, ocasionando varias muertes, pero su señorío es tremendo.
La mayoría de las aficiones argentinas también tienen un gran señorío. No cabe tenerles en cuenta episodios de violencia que acaecen de vez en cuando accidentalmente. En la misma línea de señorío están varias hinchadas italianas, sin menoscabo de las muertes ocasionadas en el 'calcio'.
Por supuesto, las aficiones del Sevilla y del Betis también son señoras. Muletazos, candelas romanas, peleas, cuchillos en el terreno de juego, pedradas por doquier en los autobuses rivales..., minuencias que no merman el señorío.
Y, evidentemente y ante todo, las aficiones del Athletic Club de Bilbao y del FC Barcelona rezuman señorío, qué digo señorío, caballerosidad, respeto, educación... Qué ejemplo. Qué porte. Si hay algún aficionado que tira una lata, ni hace sangre en su objetivo. Eso es señorío. Si en San Mamés apenas dejan trabajar a algunos medios nacionales, eso sí que es señorío. Provocar altercados, heridos y de gravedad durante una celebración, eso sí que es señorío. Pitar el himno que preside la competición que ambos equipos, clubes y aficiones disputan, eso sí que es respeto. Quien formara parte de ellas.
Ese señorío de estas últimas hinchadas también se demuestra en su coherencia y cabalidad. Es sólo un hecho aislado, o quizás más de uno, y seguro que un error, que ambas aficiones hayan acudido en masa, más la vizcaína, a la final de una competición que, a la luz de los hechos, no consideran suya. Seguro que en pocos días devuelve el Barça la Copa. Y seguro que en breve el Athletic devuelve sus trofeos en esta competición, accidentalmente conquistados en más de una veintena de ocasiones.
Y qué señorío también de la RFEF. Seguro que se clausura a sí misma por ese objeto lanzado a Daniel Alves. Aunque claro, clubes como el Sevilla y el Betis no pueden permitirse cometer esas deficiencias de seguridad. Pero en el caso del organismo presidido por Villar habrá sido un error puntual. Nada importante.
Y qué fácil es aplaudir a las aficiones rivales después de meterles cuatro. Eso también es señorío.
eldesmarque.es
Eso, si el señor Laporta es tan independentista que juegue la Liga de Cataluña y nos deje en paz y lo mismo digo del Athletic.
La afición de Costa de Marfil tiene un señorío tremendo. Sí, se les ha ido la mano en el entusiasmo en algún partido que otro, han querido entrar en algún estadio repleto, sin espacio material, ocasionando varias muertes, pero su señorío es tremendo.
La mayoría de las aficiones argentinas también tienen un gran señorío. No cabe tenerles en cuenta episodios de violencia que acaecen de vez en cuando accidentalmente. En la misma línea de señorío están varias hinchadas italianas, sin menoscabo de las muertes ocasionadas en el 'calcio'.
Por supuesto, las aficiones del Sevilla y del Betis también son señoras. Muletazos, candelas romanas, peleas, cuchillos en el terreno de juego, pedradas por doquier en los autobuses rivales..., minuencias que no merman el señorío.
Y, evidentemente y ante todo, las aficiones del Athletic Club de Bilbao y del FC Barcelona rezuman señorío, qué digo señorío, caballerosidad, respeto, educación... Qué ejemplo. Qué porte. Si hay algún aficionado que tira una lata, ni hace sangre en su objetivo. Eso es señorío. Si en San Mamés apenas dejan trabajar a algunos medios nacionales, eso sí que es señorío. Provocar altercados, heridos y de gravedad durante una celebración, eso sí que es señorío. Pitar el himno que preside la competición que ambos equipos, clubes y aficiones disputan, eso sí que es respeto. Quien formara parte de ellas.
Ese señorío de estas últimas hinchadas también se demuestra en su coherencia y cabalidad. Es sólo un hecho aislado, o quizás más de uno, y seguro que un error, que ambas aficiones hayan acudido en masa, más la vizcaína, a la final de una competición que, a la luz de los hechos, no consideran suya. Seguro que en pocos días devuelve el Barça la Copa. Y seguro que en breve el Athletic devuelve sus trofeos en esta competición, accidentalmente conquistados en más de una veintena de ocasiones.
Y qué señorío también de la RFEF. Seguro que se clausura a sí misma por ese objeto lanzado a Daniel Alves. Aunque claro, clubes como el Sevilla y el Betis no pueden permitirse cometer esas deficiencias de seguridad. Pero en el caso del organismo presidido por Villar habrá sido un error puntual. Nada importante.
Y qué fácil es aplaudir a las aficiones rivales después de meterles cuatro. Eso también es señorío.
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Eso, si el señor Laporta es tan independentista que juegue la Liga de Cataluña y nos deje en paz y lo mismo digo del Athletic.
Última edición por chustikov el Mar 20 Oct 2009, 14:16, editado 1 vez