Galera: ''Lopera puso 400 millones en el 92 y sus empresas han ganado miles con el Betis''
– Eso que dice Lopera de que el Betis debía más de 4.000 millones de
pesetas y él lo salvó de la desaparición el 30 de junio de 1992 usted
nunca se lo ha creído...
– Lopera no salvó al Betis, el Betis se podía salvar por sí mismo, y
esa deuda de 4.000 o 5.000 millones de la que habla es una mentira como
otras muchas que se han dicho. La única deuda que tenía que solventar
el Betis después de entrar en el Plan de Saneamiento en junio de 1992
era de 1.175 millones de pesetas, cifra que correspondía exactamente al
capital social que había que sucribir.
– Los béticos de base sólo suscribieron 475 millones y los 700
restantes trató usted de que fueran asumidos en ese momento por una
serie de béticos ‘notables’ o adinerados en las famosas reuniones del
Hotel Colón.
– Así es, se hicieron dos partidas, una de 308 millones, que
correspondía a un crédito con mi aval personal (necesario para saldar
deuda pública unos meses antes con Hacienda y la Seguridad Social y
poder entrar en el Plan de Saneamiento) convertible en acciones. Y otra
partida de 400 millones que se negoció con la secretaría de Estado para
el Deporte (Javier Gómez Navarro) y con las Cajas (El Monte y San
Fernando), también en forma de crédito, que se iban a distribuir ambos
entre los béticos con más posibilidades económicas en las célebres
reuniones del Hotel Colón.
– ¿Por qué fracasó esa operación del Colón el mismo 30 de junio de 1992?
– Al final el consenso lo reventó el señor Ruiz de Lopera, que acudió a
una de las últimas reuniones con una serie de intermediarios para
tratar de abarcar mayor poder y hacerse con el control accionarial del
club, lo que hizo desistir a muchos de los allí presentes.
– ¿Quiénes eran esos ‘intermediarios’?
– Acudieron en concreto Manuel Morales y José León junto a él. Digamos
que eran personas que iban simulando que iban a comprar, pero que en
realidad eran interpuestas entre Lopera y la compra de acciones. Cuando
yo llego al Colón a una de las últimas reuniones salió él diciendo
“¡cuánto hay que poner!, a gritos: yo pongo 30 millones, León otros 30
y Morales otros 30”. Entonces ya se puede hacer usted una idea. Allí en
el Colón, al ver esa actitud de Lopera, la gente empieza a rajarse.
Íbamos a un trato equitativo, entre caballeros, pero se presentó él con
intención de reventarlo todo y lo hizo. El caso es que los 30 millones
que pusieron León y Morales fueron poco después recomprados por las
empresas de Lopera, lo que da una idea de que actuaba con premeditación
y que su intención no era otra que quedarse con el control accionarial
del club.
–Y lo acabó logrando....
– El ‘salvador’ se quiso quedar con el Betis desde el primer momento y
cada vez que hacía una aportación al club lo aireaba a los cuatro
vientos para ganarse el favor de los medios de comunicación y la
afición y pedía que le firmáramos un documento redactado por él en el
que la garantía eran acciones del Betis SAD el día de la futura
conversión. A mí nadie me dio cancha para yo decir eso en esa época
porque la prensa estaba abducida por el fenómeno este. Todo el mundo
creyó que él era un mesías, que venía a hacer asilos a los viejitos
béticos para que vieran los partidos al lado del estadio, que venía
regalando todas sus acciones a los béticos, pero sus embustes ya no se
los cree nadie. Empezó diciendo que había puesto 1.000 millones, luego
2.000, 3.000, 8.000 millones... ahora ya va por ¡¡400.000 millones!!
¿es que nadie le hace las cuentas a este hombre? Esto es muy gordo. Yo
me tuve que ir de allí tragando, pero no he aceptado nunca nada como
verdad. Los 400 millones que dice que puso, pues los otros 308 del
crédito convertible en acciones se pagaron en cómodos plazos, fue un
talón bancario de aproximadamente 700 millones que obtuvo del Banco
Central Hispano de María Auxiliadora, siendo ya propietario a nombre de
Farusa del 51% de las acciones y pudiendo disponer libremente de los
475 millones suscritos por los béticos. En tal sentido, en los autos
del juicio de la conocida sentenciadel Penal 10 de Sevilla existe
documentación suficiente que demuestra que el Betis financió a Farusa y
no Farusa al Betis.
- Pero usted, como presidente, pudo evitar en última instancia que
Lopera se quedara con la mayoría, pues tenía la potestad por ley de
decidir quién suscribía la última ronda de acciones.
- Y me siento culpable por ello. En aquel momento yo tuve la solución:
no podía permitir es que el Betis se muriese en mis manos y en último
extremo tenía una baza. Yo tenía propiedades, capacidad de crédito y
recursos disponibles preparados para el último extremo que no se
arreglase nada, pero claro, en esos momentos ocurrieron muchas cosas a
la vez. Ya no me podía quitar al tipo de en medio porque era impopular,
ya había sido acogido por la prensa como el ‘mesías’, en ese momento
pude hacerlo, pero dentro de la misma junta directiva había gente que
le tenía simpatías: era difícil apartarlo porque ciertamente él ya
tenía un dinero depositado, unos 12 millones de pesetas y otros 8 que
puso para ayudar a entrar en el Plan de Saneamiento, que refregaba
siempre. Yo tenía avales importantes, junto con Manolo Romero, que
siempre me ayudó, pero durante tres años nunca se me ocurrió decir en
la prensa que pagaba algo de mi bolsillo, cuando así ocurrió en varias
ocasiones.
- Entonces...
- Otra posibilidad que se me plantea es quedarme con él de socio en el
Betis, pero eso era terrible: sacrificar totalmente mi vida, yo tenía
mi profesión, mi cátedra, mis empresas que nada tienen que ver con el
fútbol, de construcción, agricultura. Mi orientación empresarial no
estaba en el fútbol, nunca pensé en ganar dinero en el fútbol a costa
de representar a alguien. Y me dije: me tengo que largar, si se tiene
que quedar él, que se quede, esperemos que cumpla su compromiso de
poner a la venta las acciones entre los béticos. Procuré terminar de la
forma más suave y delicada, pero luego vi que la situación no era
normal. Él se fue envalentonando… Usted piense una cosa, una persona
que pone dinero en una sociedad para favorecer a un colectivo, al final
la sociedad termina sabiéndolo y agradeciéndolo. Pero este tipo desde
el principio hace un sainete, eso del video, ‘salvé al Betis’, ‘lo
saqué de la UCI’, eso no es propio de un filántropo que pone dinero
para ayudar a alguien, esas proclamas son un montaje de un individuo
que lo dice para que la gente se lo termine creyendo porque no lo ha
hecho, sino todo lo contrario.
– ¿Según sus cuentas, cuánto dinero puso realmente Lopera en el 92?
– Pondría del orden de unos 400 millones de pesetas. Y luego hizo una
operación de filigrana mercantil y financiera en su favor, que entiendo
que puede no ser ilegal, pero en mi opinión sí atenta a la moral. Pues
si esa filigrana se hubiera hecho a favor de los béticos, asumiendo los
700 millones que quedaban y después repartiéndolos entre los que habían
puesto 475 millones, haciendo una buena administración y logrando
sustanciar la deuda con los recursos generados, pues me hubiese
parecido moralmente aceptable, pero no fue así. Por consiguiente sigo
repitiendo esa célebre frase que pronunció Miguel Espina en la junta de
accionistas de 2004, cuando le dijo a Lopera que él no vino a salvar al
Betis, sino a quedarse con el Betis.
http://www.correoandalucia.com/notic...00100093424170
Es evidente que Lopera nunca "salvó" al Betis pero me da la sensación
que Galera y otros béticos podrían haber realizado un pequeño esfuerzo
y haber evitado que Lopera apareciese en acción. Por lo que tengo
entendido, León tuvo mucha culpa de la irrupción de Lopera siendo el
artífice de la llegada al club como vicepresidente económico en la
directiva presidida por Galera.
Esperemos, de todas formas, que algún día se sepa la verdad de lo que
ocurrío en aquella fecha (junio y julio de 1992 y postrimerías).
– Eso que dice Lopera de que el Betis debía más de 4.000 millones de
pesetas y él lo salvó de la desaparición el 30 de junio de 1992 usted
nunca se lo ha creído...
– Lopera no salvó al Betis, el Betis se podía salvar por sí mismo, y
esa deuda de 4.000 o 5.000 millones de la que habla es una mentira como
otras muchas que se han dicho. La única deuda que tenía que solventar
el Betis después de entrar en el Plan de Saneamiento en junio de 1992
era de 1.175 millones de pesetas, cifra que correspondía exactamente al
capital social que había que sucribir.
– Los béticos de base sólo suscribieron 475 millones y los 700
restantes trató usted de que fueran asumidos en ese momento por una
serie de béticos ‘notables’ o adinerados en las famosas reuniones del
Hotel Colón.
– Así es, se hicieron dos partidas, una de 308 millones, que
correspondía a un crédito con mi aval personal (necesario para saldar
deuda pública unos meses antes con Hacienda y la Seguridad Social y
poder entrar en el Plan de Saneamiento) convertible en acciones. Y otra
partida de 400 millones que se negoció con la secretaría de Estado para
el Deporte (Javier Gómez Navarro) y con las Cajas (El Monte y San
Fernando), también en forma de crédito, que se iban a distribuir ambos
entre los béticos con más posibilidades económicas en las célebres
reuniones del Hotel Colón.
– ¿Por qué fracasó esa operación del Colón el mismo 30 de junio de 1992?
– Al final el consenso lo reventó el señor Ruiz de Lopera, que acudió a
una de las últimas reuniones con una serie de intermediarios para
tratar de abarcar mayor poder y hacerse con el control accionarial del
club, lo que hizo desistir a muchos de los allí presentes.
– ¿Quiénes eran esos ‘intermediarios’?
– Acudieron en concreto Manuel Morales y José León junto a él. Digamos
que eran personas que iban simulando que iban a comprar, pero que en
realidad eran interpuestas entre Lopera y la compra de acciones. Cuando
yo llego al Colón a una de las últimas reuniones salió él diciendo
“¡cuánto hay que poner!, a gritos: yo pongo 30 millones, León otros 30
y Morales otros 30”. Entonces ya se puede hacer usted una idea. Allí en
el Colón, al ver esa actitud de Lopera, la gente empieza a rajarse.
Íbamos a un trato equitativo, entre caballeros, pero se presentó él con
intención de reventarlo todo y lo hizo. El caso es que los 30 millones
que pusieron León y Morales fueron poco después recomprados por las
empresas de Lopera, lo que da una idea de que actuaba con premeditación
y que su intención no era otra que quedarse con el control accionarial
del club.
–Y lo acabó logrando....
– El ‘salvador’ se quiso quedar con el Betis desde el primer momento y
cada vez que hacía una aportación al club lo aireaba a los cuatro
vientos para ganarse el favor de los medios de comunicación y la
afición y pedía que le firmáramos un documento redactado por él en el
que la garantía eran acciones del Betis SAD el día de la futura
conversión. A mí nadie me dio cancha para yo decir eso en esa época
porque la prensa estaba abducida por el fenómeno este. Todo el mundo
creyó que él era un mesías, que venía a hacer asilos a los viejitos
béticos para que vieran los partidos al lado del estadio, que venía
regalando todas sus acciones a los béticos, pero sus embustes ya no se
los cree nadie. Empezó diciendo que había puesto 1.000 millones, luego
2.000, 3.000, 8.000 millones... ahora ya va por ¡¡400.000 millones!!
¿es que nadie le hace las cuentas a este hombre? Esto es muy gordo. Yo
me tuve que ir de allí tragando, pero no he aceptado nunca nada como
verdad. Los 400 millones que dice que puso, pues los otros 308 del
crédito convertible en acciones se pagaron en cómodos plazos, fue un
talón bancario de aproximadamente 700 millones que obtuvo del Banco
Central Hispano de María Auxiliadora, siendo ya propietario a nombre de
Farusa del 51% de las acciones y pudiendo disponer libremente de los
475 millones suscritos por los béticos. En tal sentido, en los autos
del juicio de la conocida sentenciadel Penal 10 de Sevilla existe
documentación suficiente que demuestra que el Betis financió a Farusa y
no Farusa al Betis.
- Pero usted, como presidente, pudo evitar en última instancia que
Lopera se quedara con la mayoría, pues tenía la potestad por ley de
decidir quién suscribía la última ronda de acciones.
- Y me siento culpable por ello. En aquel momento yo tuve la solución:
no podía permitir es que el Betis se muriese en mis manos y en último
extremo tenía una baza. Yo tenía propiedades, capacidad de crédito y
recursos disponibles preparados para el último extremo que no se
arreglase nada, pero claro, en esos momentos ocurrieron muchas cosas a
la vez. Ya no me podía quitar al tipo de en medio porque era impopular,
ya había sido acogido por la prensa como el ‘mesías’, en ese momento
pude hacerlo, pero dentro de la misma junta directiva había gente que
le tenía simpatías: era difícil apartarlo porque ciertamente él ya
tenía un dinero depositado, unos 12 millones de pesetas y otros 8 que
puso para ayudar a entrar en el Plan de Saneamiento, que refregaba
siempre. Yo tenía avales importantes, junto con Manolo Romero, que
siempre me ayudó, pero durante tres años nunca se me ocurrió decir en
la prensa que pagaba algo de mi bolsillo, cuando así ocurrió en varias
ocasiones.
- Entonces...
- Otra posibilidad que se me plantea es quedarme con él de socio en el
Betis, pero eso era terrible: sacrificar totalmente mi vida, yo tenía
mi profesión, mi cátedra, mis empresas que nada tienen que ver con el
fútbol, de construcción, agricultura. Mi orientación empresarial no
estaba en el fútbol, nunca pensé en ganar dinero en el fútbol a costa
de representar a alguien. Y me dije: me tengo que largar, si se tiene
que quedar él, que se quede, esperemos que cumpla su compromiso de
poner a la venta las acciones entre los béticos. Procuré terminar de la
forma más suave y delicada, pero luego vi que la situación no era
normal. Él se fue envalentonando… Usted piense una cosa, una persona
que pone dinero en una sociedad para favorecer a un colectivo, al final
la sociedad termina sabiéndolo y agradeciéndolo. Pero este tipo desde
el principio hace un sainete, eso del video, ‘salvé al Betis’, ‘lo
saqué de la UCI’, eso no es propio de un filántropo que pone dinero
para ayudar a alguien, esas proclamas son un montaje de un individuo
que lo dice para que la gente se lo termine creyendo porque no lo ha
hecho, sino todo lo contrario.
– ¿Según sus cuentas, cuánto dinero puso realmente Lopera en el 92?
– Pondría del orden de unos 400 millones de pesetas. Y luego hizo una
operación de filigrana mercantil y financiera en su favor, que entiendo
que puede no ser ilegal, pero en mi opinión sí atenta a la moral. Pues
si esa filigrana se hubiera hecho a favor de los béticos, asumiendo los
700 millones que quedaban y después repartiéndolos entre los que habían
puesto 475 millones, haciendo una buena administración y logrando
sustanciar la deuda con los recursos generados, pues me hubiese
parecido moralmente aceptable, pero no fue así. Por consiguiente sigo
repitiendo esa célebre frase que pronunció Miguel Espina en la junta de
accionistas de 2004, cuando le dijo a Lopera que él no vino a salvar al
Betis, sino a quedarse con el Betis.
http://www.correoandalucia.com/notic...00100093424170
Es evidente que Lopera nunca "salvó" al Betis pero me da la sensación
que Galera y otros béticos podrían haber realizado un pequeño esfuerzo
y haber evitado que Lopera apareciese en acción. Por lo que tengo
entendido, León tuvo mucha culpa de la irrupción de Lopera siendo el
artífice de la llegada al club como vicepresidente económico en la
directiva presidida por Galera.
Esperemos, de todas formas, que algún día se sepa la verdad de lo que
ocurrío en aquella fecha (junio y julio de 1992 y postrimerías).