Galera: 'Abandonó el negocio de las minipimers y las vaporetas para hacer negocio con el Betis'
– ¿Y para qué cree usted que quería Lopera quedarse con el Betis?
– Pues probalmente porque vería que podía ser un buen negocio. Existen
indicios de que ya tenía interés desde antes en meterse en el mundo del
fútbol, pues incluso registró, antes del proceso de transformación de
los clubes en Sociedades Anónimas, las marcas Real Betis Balompié SA y
Sevilla FC SA, pero la normativa de añadir la coletilla Deportiva a la
de Sociedad Anónima le reventó el asunto en principio, hasta que eligió
otra vía para acceder al fútbol. De hecho abandonó el negocio de las
lavadoras, minipimers y vaporetas que vendía, y creo que abandonó
también su otro negocio de prestamista y toda su actividad la centró en
sacar renta a sus propiedades y por supuesto en el negocio del Betis,
que ha sido para él muy importante, pues ya se conocen los contratos de
arrendamiento de servicios que han tenido Tegasa y Encadesa, en los
cuales sus empresas ganaban unos porcentajes considerables.
– ¿De qué cantidades hablamos?
– Pues desde 1992 a hoy es mucho dinero, si bien es verdad que en los
últimos años la capacidad de negocio con el fútbol ha disminuido, pero
en los primeros años, gracias al boom de las televisiones y la
multiplicación de los ingresos de la publicidad, el desfase entre
ingresos y gastos fue muy grande a favor de los primeros. Y es una pena
que esos años de bonanza que pudieron dejar unos depósitos y unas
cuentas muy favorables a nuestro club pasaran a engordar los beneficios
de las empresas interpuestas (Tegasa, Encadesa...), que al fin y al
cabo son del señor Lopera, como han demostrado repetidamente las
sentencias que se han producido por diversas razones, en las que eso ha
quedado claro a pesar del tupido velo que las rodeaba. Nuestro grupo
(Béticos por Villamarín) calculamos que aproximadamente sus empresas
han estado ganando entre 6 u 8 millones de euros anuales, por los
porcentajes que tienen los contratos. De cualquier gestión que se hace
el 8,5% es para sus empresas y sólo el contrato de las televisiones son
miles de millones. Además, todo lo que se cobra permanece en las
cuentas bancarias de sus empresas con los intereses financieros para
ellas, y sólo se libera dinero para el Betis cuando el club lo
necesita. Él quiere aparentar que sus empresas auxilian al Betis cuando
realmente eso no es así: el dinero es del Betis y está rentando en las
empresas suyas. Se ha enriquecido a costa del Betis.
– De ahí la denuncia por delito societario que ha interpuesto su grupo ¿no?
– Exactamente, y a la que se han sumado Por Nuestro Betis, la Liga de
Juristas y el grueso de los grupos opositores, que por fortuna cada vez
somos más.
– De todos modos, usted estuvo muchos años callado, sin decir nada de
esto, entre otras cosas porque seguía teniendo mucho dinero avalado....
– Así es, el aval de los 308 millones de pesetas para entrar en el Plan
de Saneamiento, que las Cajas sólo nos dieron si lo firmaba yo, no me
lo retiró hasta dos años y medio después de junio del 92, y eso a pesar
de haberse comprometido en junta directiva, la última celebrada previa
a su disolución el día siguiente a la conversión en SAD, a la inmediata
retirada, tal y como era habitual en la renovación del mando de los
clubes de fútbol de la época.
– En 2004 decide empezar a denunciar las irregularidades societarias de Lopera
– Mire, ya en las reuniones del Colón en el 92, muchas de las personas
que acudieron eran opositoras a mí y mi directiva. Pero allí hubo un
entusiasmo general, de colaborar unos con otros, que a mí me pareció
fantástico, porque todos estaban dispuestos a participar,
equitativamente, en solucionar el problema del Betis. Sólo cuando se
advirtió que se pretendía hacer una operación no equitativa es cuando
entró el desánimo y la desconfianza. De allí nadie salió corriendo por
no ayudar al Betis, lo que sí hubo algunos que tuvieron una sensación
de que era imposible seguir con la persona que se había introducido
allí dentro acompañado de Manuel Morales y Pepe León. Y salieron
corriendo de Lopera, no de ayudar al Betis. La operación del Colón se
empezó a gestar a sus espaldas porque éramos muchos los que
desconfiábamos de él y yo, al principio, no le había informado. De
hecho cuando él aparece aquello fue invivible... su forma de ser, sus
gritos. Cambió el tono de las reuniones, allí ibamos a ayudar. Si se
compraban las acciones había el compromiso de ponerlas a la venta entre
todos los béticos, pero con su entrada todo cambió, él sabía
perfectamente que cambiando el tono iba a crear la ruptura y lo hizo
intencionadamente. Pero a pesar de romperse esa operación, muchos de
los allí presentes quedamos vinculados como amigos y nos reuníamos
periódicamente observando como espectadores lo que estaba sucediendo. Y
surgió en nosotros la necesidad de hacer una oposición franca, de ahí
que en 2006 acudo a Antares ante unos 300 béticos para darles mi
versión de lo que pasó aquellos días, y luego dí una rueda de prensa en
el Hotel Colón.
– En esa rueda de prensa usted llegó a comparar a Lopera con Hitler...
– Comparé la situación del loperismo posterior al 92 con lo ocurrido
tras el congreso nacional socialista de Hitler del año 1933 en
Nuremberg cuando enardecieron las juventudes hitlerianas. Eso, nos
guste o no nos guste, ocurrió un poco en el Betis, pues el beticismo se
volvió loco con la figura exultante de Lopera, y él por supuesto se
comportó como un dictador, en el sentido que no mató nadie pero mantuvo
una dictadura férrea, controlandolo todo y eliminando del entorno del
Betis a todas las personas que contravenían a sus intereses.
– ¿Cómo marcha la denuncia judicial?
– Antes de final de año espero que haya una resolución judicial y que las cosas cambien, teniendo que tomarse otras actitudes.
– ¿Usted tiene apetencias de volver?
– A mandar, nada, al palco sí me gustaría volver a presenciar algún
partido, como ex presidente y con toda la dignidad que me merezco, por
haber pasado aquella fase y haber trabajado con honestidad por el Betis.
http://www.correoandalucia.com/notic...93093092424170
– ¿Y para qué cree usted que quería Lopera quedarse con el Betis?
– Pues probalmente porque vería que podía ser un buen negocio. Existen
indicios de que ya tenía interés desde antes en meterse en el mundo del
fútbol, pues incluso registró, antes del proceso de transformación de
los clubes en Sociedades Anónimas, las marcas Real Betis Balompié SA y
Sevilla FC SA, pero la normativa de añadir la coletilla Deportiva a la
de Sociedad Anónima le reventó el asunto en principio, hasta que eligió
otra vía para acceder al fútbol. De hecho abandonó el negocio de las
lavadoras, minipimers y vaporetas que vendía, y creo que abandonó
también su otro negocio de prestamista y toda su actividad la centró en
sacar renta a sus propiedades y por supuesto en el negocio del Betis,
que ha sido para él muy importante, pues ya se conocen los contratos de
arrendamiento de servicios que han tenido Tegasa y Encadesa, en los
cuales sus empresas ganaban unos porcentajes considerables.
– ¿De qué cantidades hablamos?
– Pues desde 1992 a hoy es mucho dinero, si bien es verdad que en los
últimos años la capacidad de negocio con el fútbol ha disminuido, pero
en los primeros años, gracias al boom de las televisiones y la
multiplicación de los ingresos de la publicidad, el desfase entre
ingresos y gastos fue muy grande a favor de los primeros. Y es una pena
que esos años de bonanza que pudieron dejar unos depósitos y unas
cuentas muy favorables a nuestro club pasaran a engordar los beneficios
de las empresas interpuestas (Tegasa, Encadesa...), que al fin y al
cabo son del señor Lopera, como han demostrado repetidamente las
sentencias que se han producido por diversas razones, en las que eso ha
quedado claro a pesar del tupido velo que las rodeaba. Nuestro grupo
(Béticos por Villamarín) calculamos que aproximadamente sus empresas
han estado ganando entre 6 u 8 millones de euros anuales, por los
porcentajes que tienen los contratos. De cualquier gestión que se hace
el 8,5% es para sus empresas y sólo el contrato de las televisiones son
miles de millones. Además, todo lo que se cobra permanece en las
cuentas bancarias de sus empresas con los intereses financieros para
ellas, y sólo se libera dinero para el Betis cuando el club lo
necesita. Él quiere aparentar que sus empresas auxilian al Betis cuando
realmente eso no es así: el dinero es del Betis y está rentando en las
empresas suyas. Se ha enriquecido a costa del Betis.
– De ahí la denuncia por delito societario que ha interpuesto su grupo ¿no?
– Exactamente, y a la que se han sumado Por Nuestro Betis, la Liga de
Juristas y el grueso de los grupos opositores, que por fortuna cada vez
somos más.
– De todos modos, usted estuvo muchos años callado, sin decir nada de
esto, entre otras cosas porque seguía teniendo mucho dinero avalado....
– Así es, el aval de los 308 millones de pesetas para entrar en el Plan
de Saneamiento, que las Cajas sólo nos dieron si lo firmaba yo, no me
lo retiró hasta dos años y medio después de junio del 92, y eso a pesar
de haberse comprometido en junta directiva, la última celebrada previa
a su disolución el día siguiente a la conversión en SAD, a la inmediata
retirada, tal y como era habitual en la renovación del mando de los
clubes de fútbol de la época.
– En 2004 decide empezar a denunciar las irregularidades societarias de Lopera
– Mire, ya en las reuniones del Colón en el 92, muchas de las personas
que acudieron eran opositoras a mí y mi directiva. Pero allí hubo un
entusiasmo general, de colaborar unos con otros, que a mí me pareció
fantástico, porque todos estaban dispuestos a participar,
equitativamente, en solucionar el problema del Betis. Sólo cuando se
advirtió que se pretendía hacer una operación no equitativa es cuando
entró el desánimo y la desconfianza. De allí nadie salió corriendo por
no ayudar al Betis, lo que sí hubo algunos que tuvieron una sensación
de que era imposible seguir con la persona que se había introducido
allí dentro acompañado de Manuel Morales y Pepe León. Y salieron
corriendo de Lopera, no de ayudar al Betis. La operación del Colón se
empezó a gestar a sus espaldas porque éramos muchos los que
desconfiábamos de él y yo, al principio, no le había informado. De
hecho cuando él aparece aquello fue invivible... su forma de ser, sus
gritos. Cambió el tono de las reuniones, allí ibamos a ayudar. Si se
compraban las acciones había el compromiso de ponerlas a la venta entre
todos los béticos, pero con su entrada todo cambió, él sabía
perfectamente que cambiando el tono iba a crear la ruptura y lo hizo
intencionadamente. Pero a pesar de romperse esa operación, muchos de
los allí presentes quedamos vinculados como amigos y nos reuníamos
periódicamente observando como espectadores lo que estaba sucediendo. Y
surgió en nosotros la necesidad de hacer una oposición franca, de ahí
que en 2006 acudo a Antares ante unos 300 béticos para darles mi
versión de lo que pasó aquellos días, y luego dí una rueda de prensa en
el Hotel Colón.
– En esa rueda de prensa usted llegó a comparar a Lopera con Hitler...
– Comparé la situación del loperismo posterior al 92 con lo ocurrido
tras el congreso nacional socialista de Hitler del año 1933 en
Nuremberg cuando enardecieron las juventudes hitlerianas. Eso, nos
guste o no nos guste, ocurrió un poco en el Betis, pues el beticismo se
volvió loco con la figura exultante de Lopera, y él por supuesto se
comportó como un dictador, en el sentido que no mató nadie pero mantuvo
una dictadura férrea, controlandolo todo y eliminando del entorno del
Betis a todas las personas que contravenían a sus intereses.
– ¿Cómo marcha la denuncia judicial?
– Antes de final de año espero que haya una resolución judicial y que las cosas cambien, teniendo que tomarse otras actitudes.
– ¿Usted tiene apetencias de volver?
– A mandar, nada, al palco sí me gustaría volver a presenciar algún
partido, como ex presidente y con toda la dignidad que me merezco, por
haber pasado aquella fase y haber trabajado con honestidad por el Betis.
http://www.correoandalucia.com/notic...93093092424170